Migración en la EU ¿Enriquecimiento y/o amenaza?/
 

      Hace casi un año (en mayo de 2022), seis alumnos del IES El Astillero tuvimos la oportunidad de realizar una movilidad Erasmus a Alemania, a la ciudad de Paderborn. Recordamos el día que nos seleccionaron para el viaje, no nos lo acabábamos de creer. Esperábamos un viaje lleno de experiencias y así fue. Pudimos conocer las culturas de Alemania, Polonia e Italia, que eran los países de los estudiantes del programa de movilidad. Sinceramente, disfrutamos mucho de Alemania, desde Múnich, donde hicimos escala, hasta Renania del Norte-Westfalia, donde se encontraba nuestra ciudad. Al principio teníamos grandes expectativas, y debemos admitir que se cumplieron todas .

     Hemos participado en un gran intercambio cultural entre distintos países con sus respectivos idiomas lo que al principio nos pareció fascinante. Durante la cena de bienvenida, todos estábamos nerviosos y a veces no nos entendíamos. Sin embargo, se mostraron muy entusiastas y receptivos, lo que nos hizo sentirnos muy integrados en general. Rápidamente empezamos a sentirnos muy cómodos unos con otros e hicimos muchos amigos. Al día siguiente, ya podíamos comunicarnos entre nosotros sin mayor problema. Gracias a esta semana, nuestro vocabulario se amplió increíblemente y nuestro nivel de inglés mejoró exponencialmente. 

    Esos días estuvieron llenos de actividades, juegos, visitas guiadas y buenos momentos. Una de las primeras actividades, la gymkhana por Paderborn, resultó ser muy divertida. Formamos varios equipos con un miembro de cada uno de los países, de manera que cada equipo estaba formado por, como dice el chiste, un italiano, un alemán, un polaco y un español. Nos conocimos personalmente, aprendimos sobre Paderborn y sus monumentos y rincones, donde tuvimos que hacer fotos y pasar diferentes pruebas. Hay que destacar nuestra colaboración, esfuerzo y trabajo en equipo, para poder ser los ganadores de este juego.

En cuanto al martes, tuvimos que hacer nuestras exposiciones en el instituto, así como grabar entrevistas con alumnos inmigrantes. La escuela estaba especializada en la integración de inmigrantes. Como algunos de ellos no sabían inglés, contamos con la ayuda de estudiantes alemanes para traducir y editar los vídeos con subtítulos. Algunas de sus historias eran trágicas, pero también conseguían abrir la mente. Durante los descansos pudimos interactuar con otros estudiantes y pasear por el instituto.

        Una vez más, todos los alumnos nos reunimos en la escuela, donde se nos explicaron las actividades de ese miércoles. El objetivo era analizar las competencias de cada alumno, como la motivación, la creatividad y el trabajo en equipo. Formamos diferentes grupos en cada actividad. La primera consistía en diseñar y dibujar una ciudad, lo que requería mucha comunicación entre los alumnos y esto la hacía muy interesante. La siguiente actividad consistía en construir pilas de vasos de plástico con cuidado de que no se cayeran. Por último, antes de salir del instituto, diseñamos unos posters a ordenador. Esa tarde, todos los grupos fuimos a una bolera de Paderborn (no podíamos parar de reírnos de nuestros “profesionales” lanzamientos). Antes de volver al hotel, estuvimos con el grupo alemán en las ferias de la ciudad y disfrutamos de las atracciones. 

     El jueves visitamos varias empresas que integraban a inmigrantes. También tuvimos la oportunidad de grabar entrevistas con los jefes y los trabajadores. Nos llamó mucho la atención la formalidad y el aspecto de estas empresas. Más tarde, nuestro grupo decidió pasar un rato en un centro comercial, donde jugamos al billar y a otros juegos.

     El viernes fue el último día que veríamos a nuestros amigos de Erasmus. Esa mañana, llegamos a un museo/castillo donde nos hicieron una visita guiada y, además, participamos en un taller. Después, tuvimos tiempo libre y los españoles fuimos a dar un paseo. Estaba lloviendo, pero no nos impidió disfrutar de un paseo alrededor de un bonito lago. Al volver a nuestro hotel, ¡nos enteramos de que había habido un tornado en Paderborn! Era surrealista y no nos lo podíamos creer. Estábamos aterrorizados, pero, por suerte, ninguno de los estudiantes resultó herido. Por último, asistimos a la cena de despedida y tuvimos que decir adiós a nuestros nuevos amigos.

      El siguiente y último día también fue estupendo. Nuestro grupo planeó una excursión a Münster, una ciudad maravillosa con muchos lugares emblemáticos. La ciudad era conocida por estar llena de bicicletas. Por supuesto, jugamos al geocaching, al igual que los otros días. Después, volvimos a Paderborn donde hicimos las maletas para nuestro avión de vuelta a España del domingo.

     Todo lo bueno acaba, y así lo hizo nuestra aventura en Alemania. Sin duda fue una experiencia enriquecedora para todos nosotros, no solo por poder haber mejorado nuestro nivel y uso de inglés, si no por la maravillosa gente que conocimos durante toda la semana y los recuerdos tan buenos que creamos.     

   Pudimos ver cómo es la vida en otros países y las costumbres y tradiciones alemanas, al igual que aprender sobre el sistema educativo en Alemania y algunos trabajos. Como resultado, nos dimos cuenta de las diferencias que existen entre el estilo de vida alemán y el español. En conjunto, fue una aventura con todas las letras llena de anécdotas, risas y momentos fantásticos que no olvidaremos. ¡Gracias por todo Paderborn!